Firewatch – ¿Acá vive Yogui?
Analizamos Firewatch, el juego desarrollado por Campo Santo que nos sumerge en la profundidad de una historia personal envuelta en un misterio.
El juego nos pone en la piel de Henry, un cuarentón en crisis que comienza a desempeñarse como guardaparques del Bosque Nacional Shoshone. Corre el año 1989, un año después de los incendios Forestales del Parque Yellowstone y Henry se refugia en esta nueva profesión para escapar y meditar sobre varios problemas que lo atormentan y que están excelentemente narrados en la secuencia interactiva del inicio del juego.
La verdad, que el pasado de Henry es un bajón y este gran comienzo, con una narrativa que no se repetirá durante el todo el juego, nos hace inevitable empatizar con él.
Una vez comenzamos nuestra primera jornada en este particular trabajo, nos encontramos con la mecánica principal del título. Recorrer con libertad el enorme mapa de la sección del parque que nos toca vigilar es algo visualmente atractivo. El diseño de los paisajes es hermoso y los atardeceres son realmente bellos de contemplar.

Ahora bien, nuestro vínculo con ese hermoso escenario se reduce a la manipulación de algunos pocos objetos y la resolución de ciertos puzzles ambientales. Podríamos decir que estamos frente a una interacción menor a la de una aventura gráfica, pero mayor a la de un walking simulator, donde solo avanzamos hacia el final de la historia.
Lo más interesante de la aventura es la relación de Henry con su supervisora Delilah, con quien interactuamos a través de nuestro Walkie-Talkie. Los diálogos entre ambos son sorprendemente fluidos e interesantes, lo que nos incentiva a continuar con la conversación para conocer más a nuestra interlocutora. Su relación se desarrolla a lo largo de todo el juego y el realismo que surge tanto de las excelentes actuaciones de voz, como del contenido de las conversaciones, es de lo más destacable.
El juego va escalando en el nivel de tensión, a medida que la historia se desarrolla. Nuestros primeros días transcurren cumpliendo objetivos simples y conociéndonos con Delilah, pero poco a poco la trama comienza a ser invadida por el misterio, volviéndose cada vez más emocionante y chocando con un final que ha generado controversias, pero que es realmente digno de experimentar.

Sus entre 5 y 6 horas de duración pueden no parecer mucho tiempo de juego, pero es suficiente para decir lo que tiene para contar sin que se vuelva pesado.
Una historia adulta y atrapante, con diálogos exquisitos que nos acompañan durante toda la aventura.